Historias

Cuando Silvia supo que estaba embarazada, planeaba dar a luz en casa, como muchas madres de su aldea cerca de Santo Domingo Xenacoj, con la ayuda de una comadrona de confianza. Pero cuando llegó el momento, las cosas no salieron como esperaba. Surgieron complicaciones y, sin tener carro propio, Silvia y su esposo corrieron al hospital en Chimaltenango, a 40 minutos de distancia.

Allí nació la pequeña Karla, una hermosa niña… pero con labio fisurado y palatina. El equipo del hospital la refirió de inmediato a Partner for Surgery, y nuestra promotora de salud Jandery fue quien hizo el primer contacto. Como Karla vivía en una región cercana, Jandery coordinó su atención con Dina, la promotora de salud asignada a esa área. Así fue como Karla ingresó al Programa de Nutrición Infantil para Bebés con Fisura, su primer paso hacia la sanación.

Durante las primeras semanas de vida, Karla tuvo muchas dificultades. Alimentarse era doloroso y complicado. Su madre intentó usar biberones, pero Karla no podía succionar bien. Lloraba con frecuencia por hambre y frustración. Silvia se sentía abrumada, sin saber cómo ayudar a su hija a subir de peso o fortalecerse.

Fue entonces cuando Dina intervino: llevó biberones especiales, fórmula, y un plan para ayudar a Karla a ganar peso y prepararse para su cirugía.

Con tiempo, cuidados y apoyo nutricional, Karla comenzó a subir de peso. El 7 de abril, con el equipo quirúrgico de Free to Smile, Karla recibió su primera operación para reparar su labio.

Silvia recuerda la espera fuera del quirófano. 

“Estaba ansiosa y triste,” dijo. “Pero cuando la vi después de la cirugía, con su nueva sonrisa, sentí tanta alegría. Fue como verla por primera vez, otra vez.”

Después de la cirugía ocurrió algo hermoso: alimentarse fue más fácil. Karla podía sostener mejor su biberón. Su hambre se calmó, y volvió su alegría. Comenzó a probar nuevos alimentos—puré de papa y guicoy, sus favoritos.

Ahora que tiene seis meses, Karla se está preparando para su siguiente gran paso: la cirugía de paladar que recibirá el próximo año. Al iniciar la alimentación complementaria, fue introducida a la Incaparina, pero al principio tuvo algunas dificultades—el estreñimiento la incomodaba. Con el apoyo de Dina y nuestra nutricionista comunitaria Alejandra, Silvia aprendió a ajustar la receta agregando un poco de aceite para mejorar la digestión.

¿El resultado? Karla vuelve a prosperar.

Está creciendo, riendo, aprendiendo—y pasando tiempo en su columpio favorito, un asiento hecho a mano con una varilla doblada y un costal. Cada vez que Dina llega para pesarla, Karla se ríe—le recuerda estar en su columpio, y le encanta la atención.

Detrás de cada cirugía exitosa hay una promotora de salud que creyó en el futuro de un bebé antes de que nadie más pudiera verlo. Ellas son el puente entre el aislamiento y la atención, entre la desesperanza y la transformación.

Gracias a tu apoyo, todo esto es posible.

En lo alto de las montañas de San Juan Sacatepéquez, rodeados de campos de repollo y arvejas chinas, vive una joven pareja—Rodolfo y María Gabriela—en una humilde vivienda de lámina y caña. Su casa, ubicada en el remoto caserío de Los Pajoques, es sencilla: piso de tierra, una cama compartida para toda la familia y sin acceso a agua potable. Sin embargo, está llena de amor, risas y el sonido de los niños jugando. 

Su segundo hijo, Héctor, llegó al mundo hace seis meses, con la ayuda de una comadrona local. Su nacimiento fue motivo de alegría para sus padres, su hermano mayor José y sus cuatro primitas que viven cerca. Pero poco después del parto, sus padres notaron algo diferente: Héctor nació con labio y paladar hendido. No podía amamantar, y sus llantos—agudos y constantes—reflejaban el dolor de un bebé hambriento que no podía alimentarse. 

Rodolfo, de apenas 22 años, trabaja largas jornadas como agricultor. No tuvo miedo al ver la condición de Héctor—su propia hermana había nacido igual. Pero sabía que necesitaban ayuda. Un día, mientras trabajaba, vio pasar la camioneta de Partner for Surgery, decorada con el dibujo de un bebé con labio leporino, hecho por un voluntario de Smiles for Guatemala. Esa imagen, creada por un voluntario médico, le dio esperanza sobre el futuro de su hijo. Con la ayuda de su patrón, quien llamó a nuestra oficina en su nombre, su hijo fue referido a nuestro Programa de Nutrición Infantil para Labio y Paladar Hendido. 

Cuando nuestra promotora de salud, Dina, conoció a Héctor por primera vez, el 3 de febrero de 2025, él tenía tres meses de edad. Pesaba solo 2.4 kg (5.2 libras) y medía 46 cm—un caso severo de bajo peso y desnutrición. Ese día, Dina comenzó su acompañamiento con Héctor y su amorosa familia. 

Recientemente, llegamos a una visita domiciliar en una mañana nublada, llevando una bolsa de alimentos de 15 libras, 5 libras de Incaparina, 5 latas de fórmula NAN y dos biberones especiales diseñados específicamente para bebés como Héctor. Dina, con sus herramientas—tallímetro, cinta métrica y balanza—estaba lista para evaluar su progreso. 

Cuatro niñas risueñas nos recibieron, con el cabello recién peinado y los vestidos bien acomodados. “Un momento,” dijeron tímidamente, “aún no estamos listas.” Su emoción era contagiosa. Ese día nos acompañaron los pediatras voluntarios Dr. David y Dr. Erin, provenientes de California, quienes fueron presentados por nuestro querido miembro de junta directiva, Don Heebner.

El Dr. David lo examinó y sonrió. “Está creciendo maravillosamente,” dijo, mientras él e Irma, nuestra Directora de Programas, enseñaban con cuidado a la familia cómo colocar las cintas quirúrgicas en el labio de Héctor—un paso crucial en la preparación para su cirugía. El Dr. David cortó cuidadosamente tiras de cinta médica que habían traído como donación—suficiente para un mes completo—mientras Jacki y Maile, hijas de la Dra. Erin, jugaban con las niñas haciendo pulseras con nombres. La casa se llenó de risas y alegría al recibir pequeños regalos como pelotas de fútbol y pelotas de tenis. 

Dentro del hogar, Rodolfo nos compartió que su familia se siente bendecida por contar con el apoyo de Partner for Surgery. También nos contó que, durante esta temporada, en las frías y lluviosas noches, la familia se cubre con ponchos y se abraza para mantenerse caliente. A pesar de los desafíos, siguen llenos de esperanza. Incluso su empleador les compró una pequeña estufa de gas para hervir agua y preparar los biberones de Héctor—un gesto que lo cambió todo. 

Seis meses después, gracias al apoyo continuo del programa, Héctor ahora pesa 12.6 libras (5.7 kg) y mide 60 cm. Este mes de agosto, está programado para recibir su primera cirugía con el equipo quirúrgico de Faces of Hope. 

Y todo esto es posible gracias a ti. 

¡Su transformación es asombrosa!

El pequeño Dareck López celebrará su primer cumpleaños el 22 de diciembre con una sonrisa completamente transformada, gracias al increíble trabajo del equipo Broken Earth Newfoundland y las hábiles manos del Dr. Arthur Rideout. Dareck, junto con su madre, su hermano gemelo y su abuela, visitaron por primera vez el Hospital de Obras Sociales en Antigua el pasado mayo para su cirugía inicial. Nacido con labio y paladar hendido bilateral, el camino de Dareck hacia una mejor salud no ha sido fácil.

Durante los últimos 11 meses, ha participado activamente en el Programa de Nutrición para Bebés con Labio y Paladar Hendido, donde recibe suplementos nutricionales vitales y visitas mensuales en su hogar por parte de su promotora de salud, Surama Pérez. Estas visitas incluyen sesiones educativas individuales sobre técnicas de alimentación y cuidados pre y postoperatorios, asegurando que la familia de Dareck esté completamente apoyada en cada paso del proceso.

Este noviembre, Dareck regresó a Antigua para otra cirugía, esta vez acompañado por sus dos padres y su hermano gemelo, Dereck. Su madre, Gris, expresó un profundo agradecimiento al equipo de Partner for Surgery y al equipo de Broken Earth por su dedicación inquebrantable. En esta ocasión, el padre de Dareck, Yeison, también estuvo presente para ayudar a Gris en el cuidado de su pequeño durante su recuperación.

Mientras continuamos monitoreando el progreso de Dareck y nos preparamos para su cirugía final de paladar, estamos llenos de alegría al saber que, hoy, estos hermanos gemelos comparten un vínculo aún más fuerte y son más parecidos que nunca. ¡Ahora será aún más difícil para mamá distinguirlos!

La resiliencia de Dareck y el amor y la dedicación de su familia son un testimonio del poder transformador del cuidado compasivo.

Emily López
Directora de Recursos y Desarrollo

No solo tratamos a niños y beneficiamos con cirugías; adultos como René Muñoz, de 52 años de edad, también encuentran un apoyo que cambia vidas. René, un hombre de familia dedicado y agricultor trabajador de un valle aislado de Jalapa, ha enfrentado desafíos desde su nacimiento debido a un labio leporino unilateral y paladar hendido. Su condición dificulta la comunicación y lo llevó a padecer frecuentes infecciones respiratorias. La discriminación le impidió asistir a la escuela, limitando sus oportunidades laborales.

Como bebé desnutrido, René no calificaba para la cirugía. Con el tiempo, desarrolló miedo a los procedimientos correctivos y se resignó a su condición. Sin embargo, su vecino y amigo, Byron Reynoso, le ofreció una chispa de esperanza al sugerirle tratamiento en Antigua Guatemala a través de Partner for Surgery.

Con el aliento de Byron, René viajó a Antigua, donde conoció a Dina Salguero, una promotora de salud compasiva de Partner for Surgery. Dina guió a René a través de consultas, evaluaciones y preparativos para la cirugía. Después de superar obstáculos como la hipertensión durante unos meses, René fue sometido a una operación exitosa liderada por el Dr. Christopher Tolan del equipo de Love Without Boundaries.

Aunque su proceso de recuperación continúa, la historia de René muestra la resiliencia y el impacto transformador del apoyo comunitario. Con Byron, Dina y el equipo de Partner for Surgery a su lado, René ahora tiene motivos para sonreír nuevamente, demostrando que el coraje y la esperanza pueden conquistar cualquier desafío.

El domingo pasado fue mi primer día con Partner for Surgery. He vivido toda mi vida en Antigua, Guatemala, pero el domingo fue la primera vez que entré a Obras Sociales del Hermano Pedro, un hospital sin fines de lucro.

El pasado domingo llegaron 56 niños al cuidado de sus madres para recibir cirugía correctiva para reparar sus labios y paladares hendidos. Una madre llamó mi atención. Tenía dos hijos que parecían gemelos, excepto que uno tenía un labio leporino bilateral extremo, y el otro una sonrisa normal.

Gris, la madre de Dareck y Derick, llegó a la Misión Quirúrgica acompañada por su suegra, Francisca. Fueron inscritos en esta misión quirúrgica por su promotora de salud, Surama, en Huehuetenango, ubicado a 234 km de Antigua, donde se llevan a cabo las misiones médicas.

Dareck y Derick nacieron el 22 de diciembre de 2023 y ahora tienen cuatro meses. Gris mencionó que debido a la condición de su bebé, tiene miedo de lastimarlo, y alimentarlo ha sido uno de sus mayores desafíos. Gracias a estas misiones médicas, siente un gran apoyo económico.

Mientras Dareck era preparado para la cirugía bajo las hábiles manos del Dr. Travis Tollefson el martes, la ansiedad de Gris era palpable. Entregar a su precioso hijo a los médicos en espera fue sin duda uno de los momentos más difíciles que jamás había enfrentado. Con lágrimas en los ojos, lo confió a su cuidado, sabiendo que era por su bienestar, pero sin poder sacudir la angustia.

En ese momento de vulnerabilidad, le ofrecí a Gris un destello de esperanza y consuelo. Compartí con ella fotos de otros niños que habían pasado por cirugías similares y ahora estaban prosperando en la Sala de Recuperación. Fue un pequeño gesto, pero uno que tuvo un peso inmenso, aliviando sus temores y fortaleciendo su determinación.

Cuando el pequeño Dareck estaba en la sala de recuperación, una vibra de paz y tranquilidad llenó a Gris y a Francisca. Estaban felices de que todo hubiera salido bien con su cirugía. Gris alimentó cuidadosa y tiernamente a su bebé con una jeringa especial llena de su propia leche materna, y luego le dio su medicina.

El viaje de Dareck y Gris aún no ha terminado. Regresarán a casa en Huehuetenango, pero aproximadamente dentro de seis meses, esperamos realizar la cirugía en el otro lado del labio de Dareck, y luego en su paladar. Continuaremos realizando visitas de bienestar domiciliarias hasta que podamos completar la cirugía de Derick, para que ambos gemelos sean realmente idénticos.

Juntos podemos garantizar que todas las madres y niños tengan acceso a la atención sanitaria de calidad que merecen.

¡Muchas gracias sinceramente por su apoyo!

Emily López
Gerente de Recursos y Desarrollo