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Una Sonrisa en el Columpio

By julio 14, 2025Uncategorized

Julio, 2025

Cuando Silvia supo que estaba embarazada, planeaba dar a luz en casa, como muchas madres de su aldea cerca de Santo Domingo Xenacoj, con la ayuda de una comadrona de confianza. Pero cuando llegó el momento, las cosas no salieron como esperaba. Surgieron complicaciones y, sin tener carro propio, Silvia y su esposo corrieron al hospital en Chimaltenango, a 40 minutos de distancia.

Allí nació la pequeña Karla, una hermosa niña… pero con labio fisurado y palatina. El equipo del hospital la refirió de inmediato a Partner for Surgery, y nuestra promotora de salud Jandery fue quien hizo el primer contacto. Como Karla vivía en una región cercana, Jandery coordinó su atención con Dina, la promotora de salud asignada a esa área. Así fue como Karla ingresó al Programa de Nutrición Infantil para Bebés con Fisura, su primer paso hacia la sanación.

Durante las primeras semanas de vida, Karla tuvo muchas dificultades. Alimentarse era doloroso y complicado. Su madre intentó usar biberones, pero Karla no podía succionar bien. Lloraba con frecuencia por hambre y frustración. Silvia se sentía abrumada, sin saber cómo ayudar a su hija a subir de peso o fortalecerse.

Fue entonces cuando Dina intervino: llevó biberones especiales, fórmula, y un plan para ayudar a Karla a ganar peso y prepararse para su cirugía.

Con tiempo, cuidados y apoyo nutricional, Karla comenzó a subir de peso. El 7 de abril, con el equipo quirúrgico de Free to Smile, Karla recibió su primera operación para reparar su labio.

Silvia recuerda la espera fuera del quirófano. 

“Estaba ansiosa y triste,” dijo. “Pero cuando la vi después de la cirugía, con su nueva sonrisa, sentí tanta alegría. Fue como verla por primera vez, otra vez.”

Después de la cirugía ocurrió algo hermoso: alimentarse fue más fácil. Karla podía sostener mejor su biberón. Su hambre se calmó, y volvió su alegría. Comenzó a probar nuevos alimentos—puré de papa y guicoy, sus favoritos.

Ahora que tiene seis meses, Karla se está preparando para su siguiente gran paso: la cirugía de paladar que recibirá el próximo año. Al iniciar la alimentación complementaria, fue introducida a la Incaparina, pero al principio tuvo algunas dificultades—el estreñimiento la incomodaba. Con el apoyo de Dina y nuestra nutricionista comunitaria Alejandra, Silvia aprendió a ajustar la receta agregando un poco de aceite para mejorar la digestión.

¿El resultado? Karla vuelve a prosperar.

Está creciendo, riendo, aprendiendo—y pasando tiempo en su columpio favorito, un asiento hecho a mano con una varilla doblada y un costal. Cada vez que Dina llega para pesarla, Karla se ríe—le recuerda estar en su columpio, y le encanta la atención.

Detrás de cada cirugía exitosa hay una promotora de salud que creyó en el futuro de un bebé antes de que nadie más pudiera verlo. Ellas son el puente entre el aislamiento y la atención, entre la desesperanza y la transformación.

Gracias a tu apoyo, todo esto es posible.